A partir de los 6 meses de vida, las necesidades nutricionales no pueden ser cubiertas exclusivamente por la Leche Materna y es aquí donde se introducen los primeros alimentos que la complementan.
Se deberá comenzar con cantidades pequeñas de alimentos y aumentarla conforme crece el niño, mientras se mantiene la lactancia materna.
Aumentar la consistencia y la variedad de los alimentos gradualmente, adaptándose a los requisitos y habilidades de los niños.
Los lactantes pueden comer papillas, purés y alimentos semisólidos a partir de los 6 meses de edad. A los 8 meses, la mayoría de los niños también pueden consumir alimentos que se pueden comer con los dedos (meriendas que pueden servirse los niños por sí solos). A los 12 meses, la mayoría de los niños puede comer el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia.
Las deficiencias nutricionales más generalizadas en la Argentina, son la anemia por deficiencia de hierro (menores de 2 años) y los déficits dietéticos de zinc, calcio, vitaminas A y C. La fortificación de alimentos es con frecuencia considerada la mejor alternativa costo-efectivo a largo plazo para reducir la prevalencia de los nutrientes críticos.