A los 2 años tienen necesidad de exploración, de expresión verbal y emocional y las habilidades motrices se van consolidando.
Es importante acompañar este espíritu de aventura en su juego, ofrecerle elementos que le faciliten el juego “como si”, por ejemplo una caja que se convierte en un auto o en un casco de astronauta; un palo de escoba que se transformará en un caballito para recorrer toda la casa.
Todo en su vida es juego, por eso si como adultos vamos incorporando como hábito el jugar con ellos, ofreciéndoles objetos que propicien la imaginación, brindándoles momentos agradables de risas, cuentos, muchos besos y abrazos estaremos favoreciendo su crecimiento y desarrollo.